LUZ, GANADO Y PANTANO. (1905)
Documentación: Manuel Conesa Jarque – Texto : Lorenzo Gasca Castán
El 8 de octubre 1905 se reunen en el salón de plenos el consistorio municipal los miembros y representantes de la Comunidad de regantes. Sesenta y tres personas han acudido aquel día a la Asamblea. Entre los participantes destaca la presencia de Casilda Fuster, Pilar Martínez Ayuso, Joaquina Blasco, Gregoria Gasque, Carmen Serred, Pabla Armengod, Juana Sauras, Dolores Espada, María Casaus, Leonor Mateo, Bernarda Boira, Pabla Maneroy Pabla Ballestero, todas ellas en representación de un tercero.
Preside la asamblea don José María de Santa Pau, propietario acaudelado y líder del partido carlista. Los temas a tratar son varios: las reparaciones de los azudes del Guadalope y del Guadalopillo, la cesión de los montes de la alfarda a la Asociación de ganaderos, el proyecto de construcción del pantano de Alcorisa y sobre todo el estado de la cuestión acerca del suministro de la luz.
La Comunidad informa a don Antonio Montañés que la Comunidad no acepta de manera alguna el término previsto para la construcción del pantano de Alcorisa (Berge) ya afectaría el caudal del Guadalopillo y por lo tanto sería muy perjudicial a los regantes de esta villa.
También se acuerda acceder a la petición hecha por la Asociación de ganaderos, y cederle los montes de la alfarda por 10 años a la condición de que ingrese anualmente en la caja del municipio las 750 pesetas que viene ingresando y 250 más que ingresará para el sindicato.
Con respeto al mal estado se puede encontrar la azud del río mayor disponen sea revisado por personas péritas, pues son de parecer varios de los concurrentes que no debe haber daño, salvo de haberse introducido materias explosivas para conseguir pierda en la abundancia.
Se da cuenta de las negociaciones hechas con el señor Trallero, empresario dedicado al suministro de la luz eléctrica, respeto a la compra de los molinos y luz eléctrica. Media en ello don Ceferino Villaverde individuo de la Comisión de negociaciones de dicha compra, quien explicando sumariamente lo sucedido hasta el punto de dejar completamente convencida a la comunidad de las imposiciones y aspiraciones del señor Trallero. Se da conformidad con lo propuesto por el sindicato y se emplaza al señor Trallero a que en término de 20 días se conteste categóricamente, y que dentro de dicho término se proceda a las inspecciones y pruebas de las máquinas.
Las relaciones con el señor Trallero son tensas, no solamente por el negociaciones llevadas a cabo acerca de la compra de los generadores eléctricos, sino porque a pesar de los avisos, y las repetidas y justas quejas del vecindario, sigue dándo una luz inaceptable que no cumple con las condiciones del contrato, y por ello se le acusa de incumplimiento de contrato.
Las tergiversaciones del señor Trallero acerca de las peticiones de la Comuinidad de regantes llevan al Sindicato de riego a declarar en su sesión del 24 de octubre : “Se da cuenta del oficio del señor Trallero en contestación se acuerda no estar conforme con su opinión de rectificar más veces las balsas así como tampoco el medio de medir las aguas de diferente modo que lo están; y por lo tanto que sin llevarlo a efecto en la forma que se haya estipulado en las condiciones firmadas, este sindicato no acepta nuevas observaciones, y por ello dará cuenta a la comunidad en la primera sesión“.