BLASDEMOS Y ESCANDALOSOS
NOTA.
Los presidios del norte de África constituyeron el mayor exponente del cumplimiento de penas durante el Antiguo Régimen. La pena de presidio se originó a mediados del XVII y tuvo un desarrollo extraordinario alcanzando su cenit en el XVIII.
Durante el XIX siguió aplicándose con intensidad pero fue perdiendo lentamente sus notas definitorias. A principios del xx se desmantelaron los presidios norteafricanos. Estos presidios quedaron clasificados en virtud de su importancia en «mayores» y «menores».
Los mayores fueron Orán-Mazalquivir y Ceuta . Y los menores: Melilla, el peñón de Vélez de la Gomera y el Peñón de Alhucemas y, en la costa africana atlántica, las plazas de Larache y la Mamora. Estos dos últimos se perdieron antes del arribo del siglo xviii.
Diciembre de 1769. Zaragoza
El inquisidor fiscal de Zaragoza contra Narciso Ormache vecino de la villa de Calanda detenido por rematado por sentencia de la Audiencia por ocho años a Orán (Argelia).
De la sumaria hecha al cómplice Antonio Vallés se mandó sacar y sacó lo conducente contra este reo, porque tuvieron una misma relación por principio tres sumarios.
Miguel Garcés de 46 años, alcaide de esta real cárcel de Calanda, dijo había oído a este reo: “si pudiera se vengaría de Cristo”. Cita por contestes de esta proposición o de otras a Miguel Alonso, Antonia Emperador, y Antonio Amorós.
Francisco Cobo de 40 años jornalero y examinado en 8 de julio 1769 dijo a la primera pregunta de oficio, presentía ser llamado por una proposición de este reo que está preso, y es que estando mirando a una estampa de un santo dijo “si no me asiste este Santo me cago en el Santo, y reza por mí, y lo he de hacer pedazo”. Y no cita testigos.
Antonia Emperador mujer del dicho alcaide, no consta en su edad, a la primera pregunta de oficio dijo presentía fuese por algunas proposiciones que a unos presos que son Antonio Vallés, Manuel Sanz y este reo, que decían “se cagaban en toda la Santísima Trinidad“, que “no había diablos, ni infierno“, “cuando no vendrían los demonios a llevarles“; y en otra ocasión propusieron los tres que “se cagaban en Dios, en la Virgen, y en todos los santos “; y que sólo querían una hora de libertad para “dar la alma al diablo“; que asimismo decían, “que cayeran piedras que asolaran todo“, y “a la otra Pedruscada que venga, nos veremos“; que habían gentes, de quienes no se acuerda, en parientes que estaban escandalizados de sentir hablar a dichos presos. De todos los tres (testigos) se dio buen informe. Los tres calificadores obtenido les dieron por temerarios, escandalosos, ofensivos, blasfemos, heréticos, y a supra de Levi.
Vótese, a instancia fiscal en 3 de octubre , en penitencias en cárceles secretas y embargo de bienes.