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1905. LA COSECHA DE LA OLIVA.

Archivo Jorge Celma Carreras

Diciembre 1905 – Heraldo de Aragón,

Plausible y digno de elogio el celo desplegado por Heraldo de Aragón al publicar con frecuencia extensa informaciones acerca de las producciones agrícolas, cuyos datos recogidos en los principales puntos productores son de gran interés para la agricultura, el comercio y la industria. A este fin y siguiendo,y siguiendo gustoso las indicaciones de su director , damos los siguientes datos que hemos podido adquirir con relación a la actual cosecha de oliva en esta población.

El cultivo del olivo bien aquí gran importancia, existen extensos olivares y constituye la principal riqueza en su mayor parte es de riego eventual, casi seguro en invierno y primavera, los labradores están en las operaciones de poda y monda, si bien no han llegado todavía al empleo racional de los abonos minerales.

La cosecha actual no va completa, pero si muy regular, calculando algunos propietarios conocedores del término que la producción de 20 a 25.000 moradas de 36 cuartales, equivalentes 270 litros.

La oliva es gruesa, sana y bien sazonada, reuniéndose todas las excelentes condiciones para obtener ricos y finos aceites.

Dados los labradores en la escasez de la cosecha en la mayor parte de los pueblos del Bajo Aragón, pues son pocos los que, como este, cuentan con regular cosecha y muchos los que apenas recolectarán para el consumo ordinario, llegaron a concebir esperanza de vender tan preciado fruto a muy subidos precios, antes de aceites finos, conocedores de la situación del mercado, no podían pagar la oliva al precio pretendido por los primeros.

En este estado llegó la época de la recolección sin decidirse los unos a dar principio a la recolección de la oliva ni a empezar los trabajos de molienda, pero el tiempo avanza y ha sido preciso adelantar. Estamos en plena recolección, favorecida por un buen tiempo, y las fábricas de aceite fino hace pocos días comenzaron a trabajar.

En un principio se pagó la Oliva a 35 y 37 pesetas la morada, hoy se paga a 40, todavía no satisface los deseos de los labradores. Pero, unos por la competencia y otros por necesidad, todos tendrán que acomodarse a los precios del aceite que rijan en los mercados acaparadores.

En la recolección se emplean hombres y mujeres, ganando los primeros una peseta 50 céntimos de jornal y una peseta las segundas. Las clases jornalera, aquí muy numerosa, tiene asegurado su jornal para todo el invierno aún se presentan por  forasteros solicitando trabajo.

Los aceites finos vendense generalmente a las almacenistas de Alcañiz y Tortosa, fabricantes que lo remite directamente a Marsella, y es muy probable que alguna venda este año a Barcelona. No falta tampoco bien contando con capital suficiente que lo almacena y guarda para más adelante, esperando mejores precios.

Pequeñas cantidades se elaboran también por el antiguo procedimiento, obteniendo aceite escaldado con destino al consumo de la población y para la venta en los pueblos de la parte alta de la provincia.

Cuenta la población con bastantes fábricas de aceites finos, bien montadas y de labor acción esmerada. además hay varios antiguos molinos de viga que dan el aceite escaldado, y una buena fábrica para extraer el aceite de orujo por el procedimiento conocido del sulfuro.

Cuenta, pues, esta villa con elementos suficientes para el desarrollo de tan importante industria, y a nuestro juicio será difícil a los compradores de oliva de los pueblos inmediatos adquirir alguna partida, si no es a precios muy subidos que imposibilite la competencia.

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