PEDRO TOMÁS CASCAJARES (1620 -1666)

Pedro-Tomás de Cascajares y Blancas nace en Tudela al inicio del siglo XVII, pasa a residir a Cuevas de Cañart y finalmente se establece en Calanda donde asume el cargo de alcaide de Calanda, sucediendo a Pedro de Sora.

Se desconoce la fecha en la cual la órden de Calatrava entrega el cargo de alcaide a Pedro Tomás de Cascajares pero tanto el liber confirmatori del año como las actas del notario Peralta dan fe de su presencia en Calanda y de sus actuaciones como administrador procurador de la encomienda de Calanda y Foz Calanda a partir de 1656.

A lo largo de su mandato Pedro Tomás de Cascajares impulsa la reparación de diversos edificios como la iglesia de la Madalena sita en el castillo de Calanda, del mesón de la plaza y de la casa consistorial de Foz Calanda. El alcaide se convierte en uno de los mayores prestamistas de grano de la villa cediendo cada año decenas de caices de trigo a los vecinos de la población para que puedan sembrar su campos. Como representante de la Orden es la persona encargada de refrendar las decisiones del Consejo de autorizar el avecindamiento de nuevos pobladores. En 1663 el alcaide Cascajares ratifica la expulsión del termino de Calanda de Isabel Lop. La puja por el control sobre Calanda entre el alcaide y el Consejo le llevará a suspender los estatutos propios a la villa y en cierta ocasión de traspasar en manos de un procurador los cargos que le incumben.

Durante sus estancia en Calanda Pedro Tomás desposa a Jacinta de Pedro, pero no consigue a través de su matrimonio descendencia alguna. A su muerte sus bienes recaen en su hermano Jacinto Cascajares que se instala con su familia en Calanda.

La casa solariega asentada en la plaza de la Hoya fue levantada por Pedro Tomás o por su hermano Jacinto. Será residencia de la familia Cascajares hasta entrado el siglo XX cuando pasa a formar parte del patrimonio de los Allanegui.