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LA IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA

ORÍGENES Y FÁBRICA DE LA IGLESIA PARROQUIAL

La actual Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Esperanza ocupa un lugar preeminente en la Plaza Mayor de Calanda, lo que le convierte  en uno de los principales reclamos arquitectónicos de la villa. El edificio, inaugurado en 1651 y reformado en 1720,  fue levantado sobre los basamentos de un antiguo templo medieval Las cuestiones acerca de la historia del edificio, nos llevan a plantear diversas preguntas ¿Cuáles fueron los orígenes de la iglesia parroquial de Calanda? ¿Quienes fueron los protagonistas que intervinieron en las diversas fases constructivas? ¿Qué funciones cumplió la Iglesia Parroquial a lo largo de la historia ? ¿Qué sabemos de su valor patrimonial?

La iglesia parroquial a través de la historia.

Dibujo de Amadeu Andrés García

La primitiva iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Esperanza fue fundada durante el reinado de Juan II de Aragón, a instancia de Mosén Pedro Núñez Cabeza de Vacca, en la época Señor de Calanda. El edificio ocupaba un solar situado  en los límites del extrarradio de Calanda, integrado en el conjunto monumental formado por la plaza porticada, el Portal de Valencia – actualmente desaparecido -, casas y corrales. El edificio, de dimensiones reducidas,  integraba a sus espaldas dos elementos arquitectónicos yuxtapuestos:  el claustro y el cementerio. El claustro, más allá de su función de espacio espiritual, se empleaba como lugar de sepultura exclusivo  a los Cristianos Viejos. El cementerio de Calanda, vulgarmente llamado cementerio común, ocupaba la casi totalidad de la actual Plaza de la Hoya, y acogía los difuntos pertenecientes a la comunidad mudéjar de Calanda.

Hallamos las primeras referencias escritas acerca de la iglesia parroquial en la Visita realizada por el calatravo Fray Cubero en 1526 y en las Visitas Pastorales de 1549 y posteriores. Las descripciones son muy someras refiriéndose principalmente al cómputo de los bienes materiales existentes. En el año 1590, los visitadores Torrellas y Merlo, comisionados por la Orden de Calatrava aportan una brevísima descripción del templo. El edificio tiene planta rectangular, se accede a su interior atravesando un cobertizo de madera que descansa sobre cuatro pilares de piedra que dan acceso por la derecha a un corral y por la izquierda a una instancia a la cual se accede a través de una escalera. En el frontal de la cubierta un diminuto  retablo  con su crucifijo y las imágenes de nuestra Señora. La primera portada es de arco de piedra, la puerta de pino y protegida por una chapa de hierro con ella letras arábigas, encima del arco, otro retablo con una figura de San Juan,  acompañada por el escudo de armas de la Orden de Calatrava y del comendador de la Encomienda Mayor de Alcañiz: el barón Adam Von Dietrichstein. A finales del siglo XVI, el edificio amenazando a ruina obliga mosén Nicolás Lozano a trasladar la celebración del culto a la iglesia de San Miguel

«Tiene un retablico cubierto, de pino, con su crucifijo y las imágenes de nuestra Señora y la primera portada está de arco de piedra y la puerta de pino serrada, con una chapa de hierro y en ella letras arábigas, y por de fuera, encima del arco, un retablico con una figura de San Juan y las armas de Calatrava y del comendador Diatristán. Y prosiguiendo ay dos portales con cuatro pilares de piedra y un corral cercado de tapias. Y a mano izquierda del portal una puerta con una escalera, se sube a un aposento. Luego se entra en la iglesia y tiene tanta necesidad de repararla, y con gran diligencia y brevedad que la tardanza corre peligro evidente, porque la pared donde está el altar va perdida y con puntales la sostienen y, si cayese, se echaría a perder el retablo nuevo y bueno y custodia donde está el Santísimo Sacramento. Y asimismo la torre ha menester gran reparo” . [AHN OO.MM visita 1590]

La construcción de iglesia parroquial (1642)

Tras la concesión de la Carta puebla en 1628, el Consejo de la villa plantea a la orden de Calatrava la imperiosa necesidad de construir un templo con capacidad para acoger al conjunto de los vecinos. Calatrava cede al Consejo los suelos y los patios situados alrededor de la antigua parroquial y presupuesta para ello 100.000 reales de plata.

[…] por escrito que pasó antes Lázaro Macario Gómez escribano real y vecino que fue de la dicha villa hasta el día doce del mes de marzo del año de  1642 se concertó la fábrica de la nueva iglesia parroquial de esta villa por por su Consejo con los maestros albañiles Francisco Lasso y Josef Latorre en 100.000 reales de plata [AHN OO.MM visita 1719].

La fábrica de la iglesia se encarga Pedro Lasso de Muniesa y a Jusepe Latorre de Montalbán. La obra es presupuestada en 200.000 sueldos jaqueses (100.000 reales de plata). Se da a los maestros albañiles, a partir del 1 de mayo de 1642, un término de 8 años para concluir la obra.

El diseño estructural de la iglesia se inspira directamente de la parroquial de Alloza cuya fábrica fue obra del padre de Francisco Lasso, e integra diversos elementos arquitectónicos tomados de iglesias de Zaragoza y Alcañiz. Las ventanas se abrirán conforme al modelo de la iglesia del colegio de la Trinidad de Zaragoza, las bóvedas del claustro serán similares a las de Santa Lucía de Alcañiz (Fqll).

[…] Francisco Laso y Jusepe Latorre la han de hacer, por su cuenta y gasto, una Iglesia en la villa de Calanda en donde les señalaren el puesto los jurados de dicha villa de Calanda en la propia forma y manera que está la iglesia de la villa de Alloza […] que el cuaderno de las bóvedas y ventanas sea como lo está el de la iglesia del colegio de la Trinidad de la ciudad de Zaragoza[..] las bóvedas del coro, del claustro, y sacristía sean conforme a la bóveda principal con los cortados y antepecho del coro haya de estar y esté conforme lo está en la iglesia de Santa Lucía de Alcañiz. [AHMA. Protocolo notarial Macario Lázaro Gómez (1642)]

En abril de 1642 se inician los trabajos de demolición y desescombro de los patios sobre los cuales se levantará la nueva iglesia. El Consejo encarga al calandino Cristobal Benatón llevar a cabo los derribos. La primera piedra de la nueva parroquial  se colocará meses más tarde, el 23 de noviembre de 1643 .

En 23 de noviembre año 1643 día de San Clemente Papa, en la villa de Calanda, con asistencia de los Jurados Pedro […] y Miguel Vallés se hizo la ceremonia que manda el manual y le echó la primera piedra en la iglesia el maestre Fr. Lasso. Y por ser verdad hice esta memoria dicho día, mes y año. Joseph Herrero, maestro en Artes y Licenciado en theologia y vicario de Calanda. [APC, M1 folio 305]

Entre 1642 y 1650 Lasso y Latorre toman Calanda como residencia, se les da licencia para sacar del término los maderos, las piedras de cantería y la cal, necesarios a la fábrica de la iglesia parroquial. La obra se dará por finalizada en 1650 y se inaugurará el 27 de septiembre de 1651.

Dotación artística

En cuanto a su dotación artística, contaba con órgano instalado en 1734 por el maestro Bernardo Turrull; para su instalación se ganó espacio comprando una casa colindante a la parroquia perteneciente a Juan Navarro.

La sacristía, era la misma que la actual dotada con los ornamentos y jocalias necesarias para el culto, donde destacaba la gran cruz parroquial guarnecida de plata, donada por el infante Antonio Pascual, comendador de Alcañiz; hoy en día desaparecida.

El edificio contaba en su cerramiento superior con una proporcionada cúpula que con casi toda seguridad estaba colocada sobre el presbiterio. En 1720 con menos de un siglo de antigüedad la misma amenazaba ruina y por tanto ponía en peligro toda la construcción. Para evitar daños materiales y personales el culto se traslada al Pilar, como atestigua el traslado del Santísimo Sacramento. Dos años estuvo establecida la parroquia en el templo del Pilar, y aún un tercero en que se trasladó a la iglesia de San Miguel.

En este periodo, por orden del Ayuntamiento de la Villa y el Vicario Pascual Herrero se comenzaron las obras para desmochar la parroquia eliminando la cúpula y salvar así el resto de la construcción. En 1729 aún estaban finalizando las obras pues aparece en los documentos parroquiales Juan Crespo, natural de Argente, que se encontraba realizando las decoraciones de estuco. Una vez finalizada la reforma, se reanudan los cultos en la parroquia de la Esperanza, en torno a 1730.

Su patrimonio mueble era destacable contando con doce retablos, más el mayor del presbiterio. El primero de ellos era el de Santa Águeda y las Ánimas del Purgatorio, con un origen gremial en el oficio de los colmeneros.

El segundo dedicado a San Blas, presidido por un lienzo de grandes dimensiones, estaba al cuidado de la cofradía de los alfareros, con sede en la ermita de San Blas que preside todavía hoy el barrio de las Cantarerías. En el sagrario del retablo se encontraba una reliquia del santo obispo.

El tercero dedicado a la advocación del Amor Hermoso, curiosamente en estilo gótico, incorporado en 1888. Contaba con asociación propia de más de 600 integrantes femeninas. En este retablo se celebraban en Calanda los cultos propios del mes de mayo, o mes de María.

El cuarto también gótico, dedicado al Sagrado Corazón e instalado en 1893. Contaba con su propia cofradía con cerca de 700 socios. El quinto estaba dedicado al Rosario, el mejor de la parroquia según los Apuntes de Mosén Vicente. Tenía igualmente cofradía propia que con el tiempo se acabó fusionando con la de San Valero.

El sexto dedicado a San Juan sin cofradía, se trataba de un patrocinio privado de una familia desconocida que se enterró en la misma hasta 1701. El séptimo como el anterior de mecenazgo privado en este caso de la familia Peralta, y estaba dedicado a la Soledad de María.

Un octavo dedicado a Santa Ana que por estar dejado del cuidado de ninguna cofradía fue sustituida su titular por la Virgen del Carmen en 1906. El noveno advocado a San Antonio Abad, tenía una cofradía numerosa, la de los labradores de la villa. Es la más poderosa económicamente al punto de sufragar gastos parroquiales durante la primera república.

Un décimo, era más humilde dedicado a Santa Bárbara y San Marcos, con cofradía instalada en la ermita del mismo nombre.

El número once dedicado a la Comunión, lo que hoy se conoce como capilla del Santísimo. La cúpula fue pintada en 1908, sin que se conserven hoy en día estas pinturas. En esta capilla se albergaba también un Ecce Homo de bulto, procedente del Convento del Desierto. El doceavo dedicado al Santo Cristo que ya aparece en las visitas arzobispales en 1682.

Finalmente, el altar mayor, colocado en el presbiterio, presidido por la Virgen de la Esperanza y San Miguel, estando flanqueado por San Pablo y San Pedro, San Leoncio y San Nicolás. Sus esculturas y mazoneria costaron 40.000 duros y su posterior dorado 12.000 duros.

Guerra Civil

Este extenso patrimonio desapareció en 1936 cuando la iglesia fue incendiada, destruidos sus altares y saqueadas sus tumbas; quedando el edificio desprovisto de todo elemento decorativo y conservando solo lo arquitectónico.

Durante este periodo, el edificio tuvo diversos usos como el de almacén de materiales y comestibles. En la fachada que se abre a la plaza de España se colocó en cada espacio correspondiente a cada capilla una puerta para facilitar el acceso a sus nuevas dependencias.

Restauración y últimas intervenciones

Trascurrida la Guerra Civil, se comenzaron las obras para su restauración. Durante los primeros años dada la penuria económica el edificio permaneció desprovisto prácticamente de cualquier elemento decorativo.

Fue al calor del auge económico de los años 50, cuando se proyectó un nuevo retablo que sustituyera al anterior. Sus trazas se inspiran en la fisonomía del desaparecido, incluso con los mismos santos. Por lo tanto, el actual retablo puede darnos una imagen aproximada del retablo primigenio. Se encargó a los hermanos Albareda en 1956, fue construido por fases siendo finalizado a principios de los años 60.

El resto de la iglesia fue ocupada por imágenes producidas en serie en la conocida factoría religiosa de Olot. Estas esculturas de dudoso valor artístico están colocadas sobre simples baldas de mármol blanco sin ornamento alguno. Su ubicación nos aproxima a la misma de los antiguos retablos, pues en cierta medida se corresponde; podemos encontrar la imagen de San Antón, de San Blas, del Sagrado Corazón y otras de las enumeradas.

La capilla del Santísimo, está presidida por un cuadro-retablo de la última cena producido recientemente. Lo flanquean dos cuadros dieciochescos que sobrevivieron a la contienda, aunque su estado precisa de una restauración.

Su última intervención es de 2006. Donde se sanearon los arranques de los muros y pilares para intentar preservar al conjunto de la humedad, aunque sin mucho éxito. Se restauró el zócalo de piedra de la fachada y se procedió a limpiar las fachadas mediante procedimientos mecánicos. Finalmente, todo el interior fue pintado en tonos verdes haciendo alusión a su advocación de la Esperanza.

Dato anecdótico de esta última intervención es la policromía de los ángeles que adornan al interior la ventana de los pies del templo. El pintor, admirador de Antonio Machín solicitó permiso para pintar uno de los ángeles de negro, haciendo alusión a la conocida canción Angelitos Negros. Aprobado este pequeño cambio, es Calanda una de las pocas iglesias con contar en su ornamentación con un ángel de rasgos negros. Recientemente se han colocado en las puertas de acceso sendos cortavientos de madera siendo costeados en su totalidad por las donaciones de los fieles.

Paroisse de Notre Dame de l’Espérance

Vous voici en face de l’église paroissiale de Calanda. La construction de l’église débute en 1642 et adopte un style baroque-rococo. Suite à la démolition de l’ancien temple médiéval, le Conseil de la ville charge les maîtres bâtisseurs Pedro Lasso et Juseppe Latorre de reconstruire l’église sur les ruines de l’édifice antérieur. La construction suit les canons stylistiques propre de l’époque et s’inspire de l’église paroissiale de Alloza (Province de Teruel) et de collège de la Trinité de Saragosse. Durant la guerre civile (1936-1939) l’intérieur de l’église fut saccagé. Les restaurations portées à terme postérieurement n’ont pas permis de récupérer le lustre d’antan. Le nouvel autel est de style contemporain et est oeuvre des frères Albareda.

La paroisse de Notre Dame est aussi le centre de nombreuses activités religieuses, en particulier durant la fameuse Semaine Sainte de Calanda, qui se célèbre à Pâques. La Semaine Sainte est considérée par l’UNESCO comme un patrimoine intangible de l’humanité. La fameuse “rompida”, qui sonne le départ aux célébrations, a lieu devant les portes de l’église paroissiale de Notre Dame.

Our Lady of Hope Parish Church

Autoría : Victoria Medina Ibáñez

We are in front of the Parish Church of Calanda, whose works started in 1642 following a  Baroque-Rococo style. After the demolition of the previous medieval temple due to its poor  condition, the council commissioned masters Pedro Lasso and Juseppe Latorre to reconstruct it  in the same location. The building follows the principles of architectural design in fashion at the  time ands inspired by the Parish Church of Alloza or the Trinity School in Zaragoza, among others.  Although the church got raided and despoiled during the Spanish Civil War, it was restored  afterwards. Currently, it is a pale imitation of its previous glory, where we can highlight the main  altarpiece of contemporary style, a work of art by the Albareda brothers. 

(…) The Parish Church of Calanda is the centre of most religious celebrarions during Easter, which  was declared as Intangible Cultural Heritage of Humanity by UNESCO. The famous Rompida takes  place in front of it and all the Easter processions leave from it as it has been happening since  time immemorial.

Autoría:

  • TEXTO : Daniel Aguilar Sanz y Lorenzo Gasca Castán.
  • Dibujo : Amadeu Andrés García (2019)
  • Fotografías : Fundación Quilez Llisteri

Bibliografía y fuentes documentales:

– ALLANEGUI Y LUSARRETA, Vicente, Apuntes históricos sobre la Historia de Calanda, Calanda / Teruel, Ayuntamiento de Calanda / Parroquia de la Esperanza / Instituto de Estudios Turolenses, 1998.
– CEAMANOS LLORENS, Roberto y MATEOS ROYO, José Antonio, Calanda en la Edad Moderna y Contemporánea, Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, 2005.
– GARCÍA MIRALLES, Manuel, Historia de Calanda, Valencia, 1969.
– THOMSON LLISTERRI, Teresa, “El arte barroco en la comarca del Bajo Aragón” en José Ignacio Micolau Adell y Teresa Thomson Llisterri (coords.), Comarca del Bajo Aragón , Colección Territorio núm. 18, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 2005, pp. 151-167. Publicación en internet

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