ABC, 5 de diciembre de 1933
Los obreros aceituneros de Calanda anuncian la huelga.
Teruel, 5, 4 de la tarde. La Confederación del Trabajo del pueblo de Calanda ha anunciado la huelga para el día 7, de no aumentarlos patronos el jornal a los obreros recolectores de aceitunas. El gobernador enviará un delegado para tratar de resolver el conflicto.
Ahora, Diario gráfico. 10 de diciembre 1933
En el pueblo de Calanda consecuencia de la detención del directivo sindicalista Simón Galindo se reunieron en la plaza numerosos afiliados del partido ; la Guardia civil tuvo que intervenir y practicar algunos cacheos. AI comenzar éstos, algunos individuos huyeron, y entre ellos Miguel García, quien al llegar a su casa con el propósito de esconder una pistola, se le disparó el arma y lo hirió gravemente en el pecho.
Al pasar frente al local del Sindicato el suboficial de la Guardia civil, con el alcalde y números de la misma fuerza, los sindicalistas los tirotearon, repeliendo la guardia la agresión. Los sedicioso se refugiaron en el sindicato, entablaron un nutrido tiroteo. La Guardia civil cercó el edificio, pero practicando agujeros en la pared trasera de la finca, se fugaron la mayor parte de los rebeldes, permaneciendo en la casa algunos que continuaron el tiroteo En una calle hizo explosión un petardo y resultó herido un transeúnte
En el día de ayer hubo un intenso tiroteo en Alcorisa entre la Benemérita y los sindicalistas. Estos abandonaron la población y se internaron en el campo. Resultaron tres guardias heridos y dos revoltosos muertos. Se practicaron 18 detenciones.
En Calanda también hubo un tiroteo y resultó un sindicalista herido. En esta capital fueron detenidos ayer, al bajar de un “auto”, cuatro sindicalistas a quienes se ocuparon armas. Estos individuos recorrían los pueblos dejando armas y municiones. La fuerza pública está situada en los sitios estratégicos y registra todos los coches. También se han hecho registros domiciliarios..
EL CANTÁBRICO, 17 de diciembre 1933
TERUEL. Siguen las detenciones de los implicados en el movimiento. Han sido distribuidos entre las cárceles de Terual, Calamocha y Albarracín. En Calanda se descubrieron 20 bombas y abundante material para fabricarlas, habiéndose detenido al herrero y al cerrajero que las construían..
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