(1863) Duelo en Calanda

En SUCESOS
03/09/2021
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La correspondencia, 3 de septiembre de 1863

 Escriben de Calanda el 19 de agosto, los Sres. León Llop [1] y Mariano Castañer, que es completamente falsa la noticia que ha circulado estos días por aquel país, de que ente ambos había ocurrido un duelo, en el cual se decía que murió uno de ellos y que el otro herido de alguna gravedad. Dichos señores manifiestan que les conviene mucho desmentir esto por la circunstancia de ejercer el uno el cargo de alcalde primero y existir entre ambos una amistad nunca interrumpida.

  • [1] León Llop Milian (c.1795-] Alcalde de Calanda en 1863 , vivía en la calle san Roque Baja.
  • [2] Mariano Castañer (c.1808- c.1890] Natural del Mas de las Matas, vivía en el Vacio, era comandante retirado del ejército (1876) y de ideales progresistas.

Notas GREC.

(1863) Duelo en Calanda 1

El siglo XIX fue la culminación de la “civilización del duelo” que se puso en marcha con los ilustrados durante el siglo anterior. Si bien el duelo no sería“extirpado” de la sociedad hasta el siglo XX, durante el Diecinueve adoptó formas más civilizadas y comedidas. E interés por batirse solo era compartido por una parte de la sociedad, no era raro que se rechazase un desafío, sin que ello implicase una absoluta humillación para el desafiado.

El duelo estaba castigado por el Código Penal, desde el artículo 439 hasta el 446, incluyendo a los duelistas y padrinos, pero la mentalidad de las clases altas y media-altas era muy benévola con el mismo porque era un lance propio de su ámbito social. La policía y la justica solían ser muy permisivas con los duelistas, y solamente eran castigados con rigor cuando había una muerte de por medio. Si la disputa se desarrollaba entre miembros de las clases humildes, campesinos u obreros, la cuestión adquiría otro tinte, y era claramente perseguida como un delito grave o muy grave, y no parecía que se asimilase a duelo, sino a una pelea o reyerta.

Este duelo, convertido en una cuestión de Estado, hizo correr la tinta en los diarios de la época. En 1906 en Zaragoza se saldó con la muerte del famoso y respetado periodista republicano Juan Pedro Barcelona a manos de otro periodista, Benigno Varela. Este último, más joven, hijo de una familia burguesa muy acomodada y cuyo padre era coronel del Ejército, había participado en varios antes. En parte, debido a su carácter orgulloso y, también, por su frenética actividad periodística que quería promocionar. Como explica Raquel Sánchez, «para muchos periodistas, provocar a un personaje famoso y retar o ser retado por él, constituía una forma de atraer la atención sobre su trabajo. Así, algunas redacciones en España tenían una sala para la práctica del esgrima, dada la frecuencia con la que eran desafiados los periodistas». El 2 de octubre de aquel año, en el Casino Principal de la capital aragonesa, ambos habían acabado una discusión política a grito pelado, entre insultos, y, tras una torpe actuación de sus amigos, la bronca acabó en duelo. Las condiciones que se establecieron fueron harto peligrosas: a pistola, con tres disparos a 20 pasos y, si no había consecuencias, se continuaría a espada con asaltos de tres minutos. Sin embargo, no hizo falta: al parecer, Varela disparó antes de que los padrinos dieran la orden de fuego, presa del nerviosismo del momento. Al entierro asistieron más de 15.000 personas y constituyó una gigantesca manifestación republicana. (ABC. Israel Viana (2020))

Tras la Primera Guerra Mundial y sus millones de muertos, el duelo empezó a ser visto como un fantasma del pasado. Una tradición mortal y sin sentido. Y, por fin, su práctica en España se desvaneció.

Nejjar Bollain, Tarek, UPV (2018)

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