Autoría : Daniel Aguilar Sanz
6. Los tipos de piezas
Las piezas fabricadas en Calanda no fueron demasiado numerosas, eran las siguientes:
Cántaro: marcadamente esférico y con dos asas. Los había de tres tamaños, “grande” (10 litros) “artillero” (5 litros) y “cantarico” (cántaro pequeño)[1].
Algunas derivaciones eran el “rallo”, botijo aragonés con la boca cerrada con agujeros y un pitorro[2]; o el “botejón de campo”, similar al anterior, pero sin orificios en la boca[3] [Fig. 13].
Cocio: usado para el lavado de la ropa. Sus tamaños eran: “darrial” (4 canastas de ropa), “dececheno” (3 canastas), “cocico” (2 canastas), “pañalero” (1 canasta o muda), “barreño” (para hacer jabón) y “raboso” (para fregar)[4] [Fig. 14].
Estos fueron los primeros en desaparecer, al entrar en el mercado barreños de hierro cincado que eran mucho más ligeros y hacían el mismo servicio.
Cantaro Barreño
Fig. 13 y 14 |
Tinaja: para contener vino, agua o aceite. Por lo general sin asas, algunas antiguas tenían cuatro de pequeño tamaño en torno a la boca. Eran de 25, 20, 15 y 10 decalitros[5]. De menor tamaño se denominaban “Parreta[6]”: vasija chata no demasiado alta, usada para conservas como aceitunas[7], ya que para otros alimentos como adobo se usaban las esmaltadas, que en Calanda no se producían [Fig. 15].
Durante los últimos años de la producción aparecieron otras piezas obradas por Pascual Lavarias, que poco tenían que ver con esta tradición, motivadas por las nuevas demandas del mercado. Eran “botejas de tractorista” (botijos chatos), morteros, ánforas, jarros pequeños, beberos de gallinas, soportes a modo de bandeja, y “marcianos” (vasija antropomorfa)[8].

[1] Ibídem, pp. 13-24.
[2] Ibídem, pp. 13-24.
[3] Ibídem, pp. 13-24.
[4] Ibídem, pp. 13-24.
[5] romero vidal, a. y cavasa calpe, s., Tinajería…, op. cit., pp. 330-343.
[6] álvaro zamora, m.i., Léxico…, op. cit. p., 117.
[7] álvaro zamora, m.i., Alfarería popular…, op. cit., pp. 13-24.
[8] Ibídem, pp. 13-24.

Impactos: 241