Españoles en Holanda (1811-1813)

22/04/2020
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El 22 de abril de 1813, Pedro López y Julían de la Sola, sargentos del ejercito español, acudieron ante las autoridades de Flesinga (Holanda) para informar del fallecimiento del soldado Pedro Membrado, prisionero de guerra recluido en el cuartel de la cuidad. Pedro tenía 22 años era hijo de Pedro Membrado Espada y María Corella vecinos de Calanda.

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Acta defunión

La presencia de presos españoles en Holanda en 1813 atendía a la voluntad de Napoléon de aislar a los prisioneros la frontera española. Las tropas fueron deportadas y deseminadas por el territorio imperial en los denominados “Dépôts” situados en el mazico central, en los Alpes, en Lorena , en Bélgica y Holanda. El número de pueblos y ciudades que acojieron a los soldados españoles ascendió a más de 260.

La tropa benefició de cierta libertad de movimiento en sus acantonamientos y rápidamente se integró en la sociedad local. Los oficiales más peligrosos, como Mina y Palafox, fueron tratados con más dureza y recluídos en el castillo de Vincennes.

Ante el coste elevadísimo derivados del mantenimiento de los miles de presos, Napoléon decidió rentabilizar la presencia de los españoles. El ministerios de obras públicas empleó a los españoles en obras de mantenimiento de la red viaria y de los puertos; empresas privadas a cambio de un sueldos simbólico emplearon los presos en fábricas y tareas agrícolas.

Pedro Membrado, como muchos presos españoles, no resistió las duras condiciones de vida ligadas a años de guerra y de encarcelamiento; con apenas 22 años falleció en la prisión de Flesinga.


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Grupo de Estudios Calandinos