Duérmete, mi árbol, duérmete,
Que ya ha llegado Noviembre.
Muchas manos te han tocado
cuando tus hojas ardían,
No ha sido por molestarte,
ha sido para arrancarte
lo más puro de tu alma,
melocotón de Calanda
Descansa, mi árbol, descansa.
Que tus hojas amarillas
mullan tu cuna naranja
que te sirvan de papilla
y que sacien tu energía.
Qu si sientes en tus ramas
nuevas manos que te hostigan,
no es para herirte, mi árbol,
es para darte más vida.
Que los vientos te protejan
de las heladoras nubes
Y que cuando caiga nieve,
no tengas frio, mi árbol, empápate de esa leche,
que nuestro cielo te envía.
Ya has trabajado bastante
Y mientras pasa el invierno
y el sol comience su danza,
duerme, mi árbol, duerme
Con el canto de esta NANA
© 2019 Grupo de estudios Calandinos.
© 2019 Textos y fotografías, sus autores.
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